jueves, 9 de agosto de 2012

S. Paradise: Capítulo 7. Un día romántico

Caitlyn se despertó. Estaba en su habitación, con la cabeza de Summer sobre los muslos de sus piernas dormido y encima de su torso estaba Will, también dormido.
Caitlyn sabía que tenía dos pociones: o quedarse quieta para no despertar a Summer o despertar a Summer para poder peinarse y comer algo.
Me voy a quedar con la primera opción.- pensó- En todo este tiempo con la tontería de que pertenecía al reino tigre no me había fijado en su físico. Es un chico muy atractivo, de piel pálida, su melena de pelo oscuro con su enorme flequillo que es cruel pues le tapa sus preciosos ojos, esos ojos verdes, como a mi me gustan... Son preciosos. Son como el color del bosque de Etern. Y tiene esa cara tan mona mientras duerme… tiene unos labios finos, carnosos y rosados…parece tan inocente de esta manera..

En ese mismo instante Will abrió lentamente los ojos y rugió. Este se quitó de encima de Summer y escaló con sus garras hasta llegar a la cima de la cama de Caitlyn.

-Hm.. –susurraba Summer aún con los ojos cerrados que ahora parpadeaban medio cerrados una y otra vez hasta que los abrió del todo. Summer se dio con el puño en el ojo, como un gato monoso.
Summer se quedó mirando a Caitlyn fijamente.
Tiene el pelo verde despeinado- pensaba Summer, que no se le ocurría otra cosa por su cabeza, nada más que esa tontería.

-No, espera… ¿Qué.. qué hora es? –le preguntó Summer que se le había puesto el corazón a mil por hora latiendo.
-Las doce de la mañana. ¿Qué, te parece temprano veranito? –le contestó Caitlyn poniendo una cara con morritos y una dulce sonrisa.
-Para, nada. –dijo por separado- Hoy es el cumpleaños de mi madre, dios mío, tengo que estar allí, Caitlyn por favor acompáñame –le suplicó, poniéndose de rodillas y con las manos juntadas.
-Está bien. Nunca un chico me había suplicado de tal manera antes. –dijo Caitlyn soltando una leve carcajada.

Summer se levantó del suelo y se sentó en la cama, junto a Will. Summer se quedó embobado mirando a Caitlyn peinándose su largo pelo verde.

-¿Estás listo? Porque yo paso de cambiarme de ropa, ya que he dormido con ella.- sugirió Cait.
-Sí, estoy listo, pero.. ¿Qué hacemos con Will?
-Por ahora déjalo en mi habitación, no creo que se escape. Vamos.

Summer y Caitlyn bajaron al lago. De allí se fueron al balcón flotante, directos al portal. Caitlyn le contó a Summer que el portal funcionaba según tu lo pienses. Por ejemplo si tu quieres ir a Brighton tenías que pensar en él, o si no sabes el lugar, si quieres encontrar a una persona o cualquier ser vivo tenías que pensar él. Todo funcionaba simplemente con tu pensamiento.

Cuando Summer fue con Caitlyn se encontró con su madre sentada en el escalón de casa.

-Ma.. mamá. –dijo Summer.
-Ya sabía yo que tendrías una buena razón para no estar aquí –Amanda, la madre de Summer sonrió a Caitlyn- ¿Quién es esta chica tan guapa?
-Mamá. Felicidades. –le dijo Summer con una mirada cariñosa.
-Anda ven, ven que te abrace cariño –Amanda abrazó a su hijo con todo su cariño- Ya he visto lo que habéis formado en casa Nick, tu hermana y tú –le susurraba a Summer al oído- me encanta. Es perfecto. La chica esa te está esperando. Corre, pásatelo bien con ella, no hace falta que te quedes aquí con la pila de gente que habéis invitado. Usa protección, que te veo venir. –le seguía susurrando- Que pareces muy inocente pero tienes una malicia al mismo tiempo que no veas.
-¡Mamá! –le gritó Summer que se puso colorado y se despegó de su madre.- Mamá ven. –Summer volvió a abrazarse a su madre, ignorando lo que le había dicho antes y se le acercó al oído- Seguro que Alison ya te ha dado algo aparte de lo que hemos comprado entre ella, Nick y yo. Lo mío está debajo de la cama. Espero que te guste. –susurró al mismo tiempo que le salía una perfecta sonrisa en la boca- Y no le digas a ninguno de los dos que tengo novia, que yo también te veo venir. Y para que te quede claro mami, no es mi novia.
-Jajajajaj –su madre se estaba partiendo de risa- Vale, cuando este sola lo miraré. Y sobre lo segundo.. mejor me callo –dijo guiñándole un ojo a su hijo. Anda vete ya –le dijo, y le dio una palmada en el culo para que fuera a por Caitlyn.
-Felicidades, que lo pase bien. –le dijo Caitlyn a la madre de Summer.
-Lo mismo os digo. Adiós chicos. –su madre se metió dentro de casa y cerró la puerta. De repente se escuchaba la música muy alta.

-¿Nos damos una vuelta? –preguntó Summer.
-Por mi vale.

Summer se llevó a Caitlyn a Londres. Allí fueron a un restaurante y comieron espaguetis y echaron el rato. Después estuvieron los monumentos más importantes de Londres: los palacios, la catedrales, la torre de Londres…
Depués de eso estuvieron viendo el Big Ben, tan grande como siempre. Eran las cinco de la tarde. También vieron el Tower Bridge, el puente fundamental de Londres. Summer le estuvo contando su historia a Caitlyn, la cuál escuchaba atentamente.
Luego se metieron en un teatro de una de las obras de Shakespeare, a Summer y a Caitlyn le gustó mucho aunque como bien sabía había unas cuantas palabras que no había ni dios que las entendiese.
Summer invitó a Caitlyn a montarse en el London Eye. Caitlyn estaba muy sorprendida y feliz. Se veía todo desde ahí arriba, dando vueltas, era maravilloso.
Caitlyn comía bolitas de chocolate que Summer le había comprado.
Se hizo silencio absoluto. Incluso a Caitlyn le daba cosa comer el chocolate porque se escuchaba su boca masticando el chocolate.
-¿Quieres? -le preguntó Caitlyn a Summer. A la chica le parecía de mala educación no habérselo preguntado antes.
-Solo una bolita, por favor. –le respondió Summer.

Entonces Caitlyn se medio levantó para darle una bolita de chocolate y de repente la noria se movió. Caitlyn calló en los brazos de Summer y se besaron. Fue un beso largo e intenso.

-Tus labios saben a chocolate –comentó Summer.
-Jajajaj, toma tu bolita. –Caitlyn le metió la bola en la boca y este la masticó y luego sacó la lengua negra por el chocolate.
La noria paró. Hasta que no paró, Caitlyn no se paró a ver que estaba encima de Summer, abierta de piernas y agarrándole por los hombros.
-¿Nos bajamos, monita? –le preguntó Summer susurrándole en el oído.
-Vamos.

La oficial pareja se fueron de vuelta a Brighton. Allí Summer sugirió ir a la playa, en donde podrían tomarse un helado. Allí Caitlyn compró una toalla para que pudieran sentarse.

-Siempre será mi lugar preferido. –comentó Summer para sí mismo.
-¿Qué tiene de especial? –le preguntó Caitlyn.
-Que estoy en ella contigo.- Summer le sacó la lengua burlescamente.
-A que… no eres capaz de bañarte ahora mismo.
-¿Qué apostamos?
-No sé… ¿un helado?-le sugirió Caitlyn.
-Eso no mola. ¿El único que se tiene que bañar tengo que ser yo?
-Sep. Es una orden caballero. –le dijo Caitlyn imitando a un soldado.
-Si tú me lo pides… no venga, lo hago pero piensa en algo mejor que un helado.

Summer se quitó la sudadera roja y la camiseta negra de manga corta que llevaba encima. Tenía un cuerpo perfecto, sin cicatrices ni heridas ni rollos tipo eso.
-¿Te vas a bañar así?- le preguntó Caitlyn que lo observaba sentada en la toalla, cogiéndose sus rodillas.
-La apuesta es que me bañe, no el cómo, monada. Toma aguanta la ropa, porfa. –Summer le dio su sudadera y la camiseta.
Después empezó a quitarse el cinturón. La gente que había en la playa, que estaba formada de ancianos y personas adultas en su mayoría; no paraba de mirar a Summer. Summer se sentía demasiado observado.
Parece que está haciendo un estriptis. –pensaba Caitlyn.
Summer acabó de quitarse las converse rojas, calcetines y vaqueros. Simplemente se quedó con los bóxers blancos. Sin pensárselo dos veces, Summer se tiró de cabeza al agua.

-Jajajajaj –Caitlyn se partía de risa- Que cabrón que eres –le decía.
-Está buenísima, ¡en su punto!- gritaba Summer desde allí.
-Anda salte ya, vaya que pilles frío.

Summer salió del agua. Caitlyn se quedó sin palabras. Summer se puso rojo como un tomate al ver que la gente le miraba y no paraba de cuchichear y reírse. Luego hecho un vistazo a la propia Caitlyn que se estaba meando de la risa en la toalla. Caitlyn le indicó a él justo a sus partes. Summer vio lo que tenía tanta gracia. Su ropa interior era blanca y mojada se le trasparentaba todo.
Caitlyn se levantó corriendo y cogió la toalla con la que fue a socorrerle.
-Me cago en la puta Caitlyn… -le susurró desesperado- vámonos de aquí YA.
-¿No era tu lugar preferido?
-Ja y ja. Que graciosa. ¡Vamos!

Caitlyn acompañó a Summer al servicio público a secarse y ponerse la ropa. Se fueron directos a una heladería donde Caitlyn le compró un helado a Summer.
-La apuesta –esta le puso el helado en la mesa.
-Pues vaya mierda. Te dije que pensaras algo mejor, mala persona. –Summer puso una cara de morritos como un niño de cinco años, era tan monoso- Con lo que he pasado…
-Hay dios –a Caitlyn se le salían las lágrimas de la risa- no me lo recuerdes que me parto…

Se hizo de noche. Caitlyn salió corriendo a la playa y Summer la siguió.
-¿Y que tal si nos bañamos ahora? –le preguntó atrevidamente.
-Espera, que me aseguro de que no haya nadie en la playa. ¡Ups!, vaya estás tú.
-Lo digo muy enserio. –le dijo Caitlyn.
-Pero a mí se me transparenta todo…
-¿Quién dijo algo de ropa? -En ese momento Caitlyn comenzó a quitarse ropa hasta quedarse desnuda.- ¡Vamos, gallina! –Y se tiró al agua.
-¡Pero que chica más traviesa eres! –le gritó Summer. Este hizo lo mismo que ella, se quitó la ropa rápidamente y la tiró al suelo, sin preocuparse de ella.
-¡Al agua pato! –Summer se tiró de cabeza, con un gesto de lo más perfecto. Fue a por ella buceando, haciendo que Cait no le viera ya que estaba todo muy oscuro, menos el reflejo de la luna sobre el agua.
-¡Ahhh! –gritó Caitlyn, pues algo le había tocado el tobillo y de repente salió Summer del agua.
-Cucu –Summer le mostró su gran sonrisa- Te dije que el agua estaba buenísima.
-La verdad es que sí. –Caitlyn nado hasta él y se enganchó. Le agarró del cuello, sus cuerpos juntos, Summer nota su piel suave y húmeda.
-Summer –Caitlyn le miraba a los ojos.- ¿Como murió tu padre?
-Una enfermedad. –le contestó, y su humor cambió. Ahora parecía triste todo por haber sacado ese tema.- No quiero hablar de eso- responde.
-¿De qué quieres hablar?- le susurra Caitlyn al oído, mirando a Summer con esos ojos verdes que parecen que le están llamando.
-No quiero hablar –murmura, y contiene el aliento cuando los labios de Caitlyn rozan los de Summer.

-Caitlyn… tu.. tu pelo…
-Dirás mi peluca. Vale, se ha perdido, que guay -dice buscando por el agua con la mirada.
-Una peluca. Vale, empezamos bien.
-Bueno… -Caitlyn se saca las lentillas verdes que tiene en los ojos- ya que estamos, los ojos…

Summer contempló a Caitlyn. Era bellísima. Una chica de una melena de pelo oscuro y ojos azules.
-Yo seré una gallina pero tú eres una idiota. Eres preciosa, ¿por qué te ocultas tras esos pelos y ojos verdes?
-Ya te lo dije. Me gusta el verde.
-Tú eres tonta… -Summer agarró a Caitlyn y la atrajo hacia él. La empezó a besar, con unos largos e intensos besos y luego la empezó a acariciar y ella hacía lo mismo, hasta llegar mucho más lejos, allí en la playa, ellos solos.


2 comentarios:

  1. Bravo! Pelucaaaaaaa yo creía que estaba calva :B
    PD: se han hecho pareja hay de repente xD wtf? xD
    Sigue e.e

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  2. Que puta! xDD
    Yo eso lo sabía desde el principio, no quería tintarle el pelo de color verde xD
    Pues más o menos, es: "amor a primera vista" xDD
    Si ya esta, sigue es tan facil decirlo! Que me tire hasta las 3 de la mañana ayer escribiendo xD

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